Aún si la presencia de Hispanos en los Estados Unidos se remonta a varias generaciones y es evidentes su aporte único a la Iglesia y a la sociedad, la comunidad Hispana/ Latina, en general, es vista como un gigante aletargado, con una fuerza y un dinamismo aún sin aflorar. Algunos obispos hablaron de un renacer, de abrir puertas y de dejar surgir “el potencial intacto.”